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TE QUIERO Y TE QUIERO VIVA




Ilustración: María Tatumba


TE QUIERO Y TE QUIERO VIVA




Por: Paloma Alcantar-WEE GLOBAL LIVE BLOGGER

Febrero 20, 2020


¿Cuánto cuesta un cachito de justicia? parece ser la interrogante que nos seguimos haciendo a lo largo y ancho del planeta por los siglos de los siglos; también es la pregunta con la que viven familias y pueblos enteros ante las constantes muertes de mujeres y niñas. ¿Acaso somos seres invisibles o por qué los gobiernos no adoptan medidas urgentes? Los asesinatos y desapariciones siguen su cauce como un torrencial río de sangre, mientras la seguridad se mantiene nula.



Durante años nos argumentaron eso de que “andaba con malas compañías” o “se vestía de forma provocativa” o “eso sólo le pasa a mujeres de cierto estatus social” y así nos han querido callar la voz con puras mentiras. Mas ahora sabemos que todo es un abrupto engaño y que miles de casos siguen encubiertos por los privilegios de algunos y la negligencia de otros. En las últimas dos semanas me vi frente a tres casos de mujeres que perdieron la vida a manos de su pareja, en su propia casa, mirándose en esos ojos de los que alguna vez creyeron estar enamoradas. Entonces hay que darnos cuenta de que nos estamos fallando al educarnos para escuchar, proteger y actuar con la rapidez necesaria. Quizás es que les creemos casos aislados porque no nos tocan hasta que sí.



Hace poco en una conferencia escuchaba a una penalista sobreviviente de violencia de género, ella contaba que a menudo le hacen la pregunta incorrecta: ¿por qué te quedaste?, cuando en realidad lo que importa es ¿cómo saliste? Entonces vamos por la vida cuestionando lo incuestionable y negando lo irrebatible. Escribir de tal dolor desgasta el corazón, pero no tanto como los valores que de a poco se nos han ido quedando en el olvido. Porque la seguridad de las mujeres no es responsabilidad exclusiva de ellas, es un poquito (o mucho) de lo que nos toca a todos.



Pronto se conmemorará nuevamente el “Día Internacional de la Mujer”, y yo pregunto hasta cuándo, si cada día somos menos. Hablando en cifras, al menos 3529 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en 25 países de América Latina en un sólo año y México ocupa el primer lugar en femenicidios en América Latina. Asimismo en países como Guyana, Trinidad y Tobago y Barbados la tasa es incluso más grave de entre 3,4 - 4 muertes por cada 100,000 mujeres. Estemos de acuerdo en que estas cifras son mucho mayores, ya que los gobiernos siguen teniendo limitaciones para definir las muertes por violencia de género. Sucede entonces que para celebra nos hace falta mucho camino.



Con toda el alma deseo que ni tú, ni tu hermana, ni tu amiga, ni tu vecina, ni tu sobrina, ni tu hija formen parte las estadísticas, pero si llega a ser el caso quiero que sepas que yo te creo, que hay muchas otras que también creen en ti y que te protegeremos con lo que tengamos en nuestras manos, que alzaremos la voz por ti y si es necesario haremos arder el mundo para que voltee a mirarte. Por todas nosotras, por aquellas que ya no pueden y por las que están por llegar. Unidas somos fuertes, y tenemos una necesidad urgente de anudar nuestros lazos para crear una red que nos sostenga ante todo este derrumbe.



No te sientas ajeno a esta culpa si callas ante la injusticia, ante la furia que un amigo ejerce sobre su novia/esposa, si miras a otro lado para no ver lo indefendible, si no proteges a los niños que juegan en la calle sin importar si son tuyos o no. No, no tengas el honor de mantenerte alejado de esta realidad que nos compete a todos, si tras una pantalla sigues compartiendo opiniones absurdas o fotografías desgarradoras en tus redes sociales ni si defiendes a tus gobernantes por simpatizar con algún partido. La violencia contra las mujeres corrompe con crueldad su derecho a mantenerse con vida. Y queriéndolo o no, tú eres parte de ello.





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